Por favor, deja de comprar galletas en el supermercado.
Por mucho que digan que son digestive, que están hechas con avena, o con espelta… la verdad es que se trata de un producto (que no de un alimento) ultraprocesado. Y ya no es sólo que sean 0% en alegría de vivir -porque podrías alicatar el cuarto de baño con ellas-. Pero el tema es que aunque saben a ladrillo, no puedes parar de comerlas.
Esto sí que es un misterio, y no el de las pirámides de Egipto.
Pues hoy te traigo una receta de esas que vas a querer repetir en cuanto veas que te quedan un par de galletas en el tarro. Y es que son ideales para tomar como “postre” con un buen café.
Puedes reversionarlas como quieras, cambiando los higos por dátiles o pasas sultanas, o añadiendo chips de chocolate (por favor, que sea negro y superior al 85%):
Ingredientes:
¾ T de harina de avena
½ T de copos de avena
1 T de almendra molida
2/3 T de avellanas tostadas
1 C de canela Ceylan
La ralladura de una naranja
Unas cuantas ramas de tomillo fresco (deshojadas)
1 T de higos secos (sin harina)
3 C de chía molida
Una pizca de sal
2 plátanos maduros (grandes o 3 pequeños)
4 C de aceite de oliva
Extra de copos de avena seca
Preparación:
Precalienta el horno a 200°C.
Trocea chiquitito los higos y las avellanas tostadas.
Pon todos los ingredientes (menos el aceite y los plátanos) en un bol y mezcla bien.
Chafa bien los plátanos con la ayuda de un tenedor y añade al bol. Añade también el aceite.
Mezcla bien con la ayuda de una cuchara de palo o con las manos.
Si la masa es un poco floja, añade una pizca más de harina de avena.
Prepara la bandeja de horno con papel de repostería. Haz bolas con las manos y luego da forma de galleta y coloca en la bandeja.
Baja el horno a 170 °C y coloca las galletas en el centro (el horno encendido por arriba y abajo y el aire puesto). Hornea unos 12 minutos. Puedes terminar de dorar 1 minuto más al grill.
Por cierto, esta receta está más que testada en niños, y a todos les encanta :)
Te deseo un feliz día 💛